martes, 27 de abril de 2021

El Laberinto de Horta ( El jardín más antiguo de Barcelona ).

 


Barcelona es una ciudad bonita, con mucho patrimonio sobre todo arquitectónico pero desde hace tiempo parece más un producto turístico y comercial, una máquina de hacer dinero a costa de turistas y ciudadanos, que una ciudad cuidada y con encanto. Aún así, hay  rincones que sin tener la relevancia de otros puntos turísticos, tienen algo especial. Uno de estos rincones es el Laberint d'Horta, un lugar aún bastante desconocido que lo tiene casi todo para pasar unas horas más que agradables. 

Los jardines de Horta y en especial el laberinto, es un espacio natural muy Hermoso. Se puede visitar en familia y se llega muy fácil en metro L3. Para acceder al Laberint se coge la salida de Horta por la Ronda de Dalt y se siguen las indicaciones . Este jardín es el más antiguo de la ciudad. Está abierto todos los días de la semana a un precio justo (2,23 euros la entrada general, 1,42 los jóvenes y personas con discapacidad y gratuito para niños menores de 5 años, jubilados, vecinos, etc.) Los lunes y los domingos es gratuito para todo el mundo y está abierto todo el año, a excepción del día de Navidad . Fácil acceso y aparcamiento gratuito. O sea, no hay excusa para no visitarlo. Destacar que no se puede entrar con bicicleta ni patines, aunque los puedes dejar en la garita de la entrada.

Otros datos prácticos es que se puede acceder con silla de ruedas, tiene aseos, y justo antes de entrar hay un parque infantil con una terraza con servicio de bar y aseo muy agradable. Incluso en frente del bar una zona de picnic . Para pasar una jornada muy agradable. No se puede entrar con perros.

Es un gran recinto situado en la zona de Mundet, precisamente pegado al Campus Mundet de la Universitat de Barcelona. Se precia de ser un jardín histórico, el más antiguo de la ciudad. Fue diseñado en 1791 como jardín neoclásico. Sus propietarios lo cedieron al ayuntamiento en 1967 y se abrió al público en1971.

Era una finca privada en la que su propietario, Juan Antonio Desvalls i de Ardèna, con título nobiliario incluso, vio sus sueños cumplidos de tener como visitantes a grandes personajes de la realeza española en el 18 de octubre del año 1802. Lo que fue la casa es ahora un recinto privado, normalmente cerrado, pero donde se imparten talleres de jardinería. Los jardines, el estanque y el laberinto son visitables y ocupan una enorme extensión.

Uno de los lugares más impresionantes y el más romántico de Barcelona. Me he dado cuenta que si bien las piedras resisten al paso del tiempo y que siempre hay tiempo de restaurarlas, la naturaleza hay que cuidarla día a día. Creo que eso es una gran lección.  Esta herencia que durante más de 200 años forma parte de la ciudad, y agradecer a los que la donaron para todos. 

Un jardín  en el que no podía faltar the english touch :naturaleza, en principio salvaje y dejada a su albedrío, pero controlada y trabajada, es decir, vamos a "crear " una naturaleza salvaje, que parezca salvaje.

Es un jardín museo, ejemplo de biodiversidad con templetes, pabellones y terrazas, un viaje entre neoclasicismo y romanticismo.

Lo más destacable del parque es, sin duda, el laberinto de cipreses que permite a niños y mayores pasar un rato divertido mientras encuentran el centro del laberinto y vuelven a salir. 

Puedes ir minutos vagando por el laberinto y dejando que tus hijos se pierdan una y otra vez hasta dar con la ruta correcta .Un laberinto muy grande que es muy divertido, presta atención o darás más vueltas que una noria. Le rodea mucha extensión de árboles y naturaleza . 

Es un sitio tranquilo y tiene varias zonas para sentarse a descansar. El recorrido del laberinto es sencillo y bonito .

Para los peques, el laberinto es un buen sitio de distracción y descarga de energía .Muy divertido hacer una competición para llegar primero al centro del laberinto, hacer fotos a las libélulas, los peces y nenúfares de los diferentes estanques... muy recomendable !!

Un rato pasamos un poco perdidos por el laberinto, la verdad que es muy gracioso y divertido cruzarte con gente que sabes que no va a ningún lado y ver la cara de la gente que ve que vas a un sitio sin salida, visita obligatoria.

Vimos que muchas zonas han sido renovadas con cipreses nuevos que les falta algún tiempo para cubrir  la visión completa de las calles.

Pero el parque el Laberinto de Horta es mucho más que un laberinto enorme. A lo largo del recorrido por el recinto, encontrarás todo tipo de flora.

Puedes bajar por el sendero del bosque donde puedes ver la cascada y el sonido del agua circulando te acompaña todo el rato.

El parque , muy grande ,no sólo esconde el famoso Laberinto si no muchos más jardines y espacios cuidados, aparte de la gran casa palacete de la entrada, manifiestamente abandonada con la sólo excepción del ala lateral derecha que parece ser que es escuela de jardinería. Por lo demás, la familia Desvalls lo cedió al Ayuntamiento en los sesenta y ahora está abierto al público en parte. 
Pudimos admirar el jardín doméstico y privado de la familia , contiene plantas variadas, algunas tropicales, hileras de boj bien recortado, esculturas mitológicas de la antigua Grecia, magnolias y otros árboles, una plantación de hermosas camelias y ejemplares de arte topiario, esas formas vegetales recortadas simulando una mano, una gallina o un elefante

...el agua, parece ser que ésta viene de un manantial situado en la parte alta de la montaña, y según nos dijeron muchas de las fuentes y canales no tienen actualmente agua suficiente. Aun así, es interesante por sus rincones y las mil historias de dioses y seres fantásticos que pueblan el recorrido, muy interesante como visita escolar y para entender cómo era la vida social, placentera, de una familia aristocrática del XVIII o del XIX.

El lugar tiene su aquel, dado que ha sido refugio de los monarcas españoles en sus visitas a la ciudad de los condes. Carlos IV y familia, pasando por Fernando VII y Alfonso XIII han dejado su huella en este espacio de orden neoclásico, donde están presentes las diosas greco-romanas del amor y la naturaleza. Un refugio para huir del mundanal ruido.

El parque cuenta con un laberinto, que sirvió de marco para algunas escenas de la película "el perfume". Aunque está muy trillado y parece fácil de hacer hay que ir con cuidado de no perderse.

En la parte alta hay un pequeño edificio que da a un estanque en el que se refleja, dando lugar a un juego de simetrías muy interesante.


El parque ocupa los terrenos de una finca del marqués de Llupià, de Poal i d’Alfarràs, un hombre muy ilustrado que encargó la obra al italiano Domenico Bagutti, quien trabajó en ella hasta 1808.
El jardinero francés Delvalet fue el responsable de las plantaciones, y un maestro de obras catalán, Jaume Valls, supervisó los trabajos. 

La familia Desvalls mantuvo la propiedad de la finca hasta los años setenta, cuando pasó a manos del Ayuntamiento. Se inauguró como parque público en 1971. En 1994 se hizo una restauración en profundidad, que transformó la concepción hacia la categoría de jardín museo.

Un recinto maravilloso, se respira paz y te sientes transportado a otra época. Unos jardines increíbles , rincones sorprendentes, magia en toda su definición .

Puedes dar un paseo por sus jardines y monumentos, con varios riachuelos, un estanque y hasta una mini cascada que hacen el paseo muy agradable.

Se trata de un lugar que bien podría considerarse un jardín-museo, puesto que nos  propone un  recorrido entre edificios neoclásicos y románticos, y jardines de todo tipo. Es especialmente interesante ver cómo la arquitectura y la naturaleza se integran y logran una perfecta armonía entre ellas.

Probablemente el punto más destacable de este parque es el de la privacidad.

Es un sitio que por lo general está libre de turistas y esto hace que se pueda disfrutar de él de todas las maneras posibles. Ya sea con amigos, en familia o con tu pareja

Saliendo un poco de las zonas abarrotadas de turistas, en este parque encontrarás zonas para caminar tranquilamente, así como senderos por descubrir.

La temperatura es algo inferior al resto de la ciudad y hay muchas sombras y bancos para descansar y contemplar tranquilamente la naturaleza. Se trata de un jardín de estilo romántico y neoclásico, de origen particular que a mediados del siglo pasado fue cedido a l'Ajuntament de Barcelona. 

Lamentablemente, el Palau Desvalls, finca de los ex propietarios y situado en la entrada, no es visitable y está en un lamentable estado de conservación pese que los propietarios lo entregaron en perfecto estado. 
La visita a una residencia noble, sería un complemento perfecto, pero de mientras, es una gozada perderse por los diferentes niveles de los jardines, entrar y salir del Laberint y tener claro que a parte del Laberint hay otros espacios tan o más bonitos. Personalmente lo que más me gusta es el contraste entre la zona del Laberint y de los templetes, y la zona más baja y agreste del parque, una zona en la que muchos visitantes ni se acercan y que es más bucólica y natural, sin dejar de ser un jardín .

Encontramos zonas muy  mal conservadas . El palacio se está cayendo a pedazos, aunque sigue siendo impresionante. No me explico este descuidó en una ciudad turística y global como Barcelona.

Un detalle para los que lo visitan a última hora de la tarde...puede haber jabalies... nosotros vimos ardillas entre los arboles. 

Una joya en la ciudad y lugar para el descanso tranquilo. Excelente sitio para visitar y dar un gran paseo en familia, muy bonito el sitio para hacer fotos, os lo recomiendo .Recorridos de gran vegetación, calma y tranquilidad.

En el capítulo de la fauna, el parque acoge a animales característicos de la Sierra de Collserola, ardillas rojas, murciélagos, jinetas, topos, jabalíes, tejones, ranas comunes, tortugas pintadas, lagartijas pardas y algunas especies de culebras. El capítulo de aves

Realmente bien aislado del bullicio ciudadano y a la vez tan cerca...Si quieres ir a un lugar alejado de la masividad de Barcelona y pasar un rato rodeado de naturaleza es el lugar ideal.

El Laberinto de Horta de Barcelona es uno de aquellos jardines que dejan huella en la memoria de sus visitantes. La razón es sencilla: se trata de un espacio lleno de arquitectura y naturaleza.


 

Constantí ( Tarragona ) ¿Una villa aristocrática? ¿Un campamento militar?

A poco más de un largo paseo desde Tarragona y la playa, el pequeño municipio de Constanti respira con esa tranquilidad de quien ha visto pa...